sábado, 14 de septiembre de 2013

Better than Fiction

No me interesa verte jugar con luz o verte hacer figuras fantásticas.
Lo único que me interesa es verte a ti, real, de carne y hueso...
La luz y la fantasía ocurren justo después.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Heartbroken

-¿Cómo va todo?
-De la verga, me acaban de romper el corazón.
-¿Otra vez?
-Siento como si nada me importara...
-Yo he pasado por eso. Tres veces.
-¿Y cómo te has recuperado? Neta no sé qué hacer.
-No sé, supongo que con tiempo.
-¿Tiempo? Pueden ser tres días o cinco años.
-Bueno, ignora esa respuesta.
-Dame otra.
-Distraes tu mente con otras cosas.
-¿Cómo cuáles?
-No sé. Escribir, leer, emborracharte... Cosas, no mames.
-Perfecto, entonces sólo necesito tiempo y cosas.
-Exacto...
-Es la misma mierda. ¡No me sirve de nada!
-Entonces no me preguntes, idiota.
-¿Y si nunca la supero?
-Por supuesto que lo harás.
-¿Y si no?
-Más te vale que sí, un amigo deprimido no es divertido. De hecho ya me está aburriendo esta conversación.
-Es que no puedo creerlo. ¿Ya te conté lo que me hizo?
-Sí, ya me...
-Pinche vieja, ¡no puedo creer que me haya hecho eso!
-Cálmate, no fue para tanto.
-¿Estás de su lado, cabrón?
-No, pero ya te di por tu lado mucho tiempo y es hora de decirte que no es para tanto.
-¡Vete a la verga!
-Vámonos por unas chelas, no mames.
-No he dejado de escuchar nuestra canción. ¡La extraño!
-¿Ya nos vamos?
-¡Pinche vieja! Jamás le habría hecho algo así...
-Wey, ¿te enteraste? Tomaron de rehenes a tres personas en Irak...
-¿Y a mí qué?
-Nada, vamos por las chelas.
-Vamos, ¡puta madre!
-Perfecto.
-¿Crees que me conteste si le marco?
-No mames, ¿qué le vas a decir?
-'Vete a la verga'...
-¿Y luego?
-No le vuelvo a hablar.
-Suena a un plan chingón.
-¿Verdad? Pásame mi teléfono.
-¡No mames! No lo vas a hacer.
-Obvio no.
-Pendejo.
-Vamos por esas chelas.
-No mames, ¡vaya!
-Superar tus pedos con alcohol. Nunca falla.
-Y hablarle estando hasta tu puta madre.
-Tampoco.
-Ya vámonos.
-Pero no le hemos dicho a nadie.
-Wey, todos caen al rato.
-¿Todos? Siempre caen los mismos.
-A ellos me refería por todos.
-¡Ja! Ok.
-¿Ya se te quitó tu humor mierdero?
-Pues más o menos.
-Chingón.

martes, 21 de agosto de 2012

Sólo un Año

Amor, amistad, éxito, fracaso, miedo, suerte, pasión, errores, aciertos, recuerdos, logros... Todo esto (y más) cabe en un año. Es difícil entender cómo y por qué suceden las cosas. Pero al final, siempre suceden y, aún cuando no suceden, otra cosa está tomando su lugar. En lo personal, no creo que las cosas estén destinadas a suceder de alguna manera. Las cosas nos pasan porque, una de dos: o las provocamos o alguien nos las provoca. Y si algo he aprendido este año es que lo único permitido es reaccionar. Como sea, de la forma en la que la vida nos de a entender, pero hay que hacer algo. Lo peor que podemos hacer es dejar que la vida nos pase de largo y no hacer nada con ella. Ya luego nos lamentaremos si lo hicimos mal. Aún así habremos aprendido algo de nuestra cagada y eso es infinitamente más valioso que habernos quedado quietos/a la expectativa/resignados.
Para mí la vida es un gran viaje que tiene un contador en reversa. En ella caben todas las historias que uno quiera vivir. Todos los momentos que uno pueda imaginar. Todas las personas que uno quiera conservar. Todos los deseos que uno pueda concebir. ¿Vivir a la segura? ¿Hacer lo que se espera de nosotros? ¿Postergar nuestros sueños? Hueva. Aburrido. Mediocre.
Y sí, vivir así es tomar el camino difícil. El que va a estar lleno de momentos donde vas a decir "no puedo", donde te verás a ti mismo y pensarás "no soy tan bueno" o simplemente "está cabrón". Pero eso es lo increíble de estar vivo: ver de qué eres capaz. Probarte todos los días y ponerte las metas más altas. Luchar por lo que quieres de la mano de los que más quieres. Tener una voz y hacerla escuchar. Y al final, sorprenderte y poder decir "lo hice, soy un chingón".
Así quiero vivir. Sé que falta mucho para llegar a ese punto en el que esté completamente satisfecho. Tal vez nunca lo haga. Tal vez me quede en el camino. Incluso puede que sea imposible llegar a un punto así. ¿Y saben? No me va a importar. Porque si de algo estoy convencido es de que lo divertido es el viaje. "Correteo la felicidad. Y aunque no la alcance, el olor que va dejando es suficiente". Así lo describe Marco Colín y resume la idea de este post. Un post que busca dejar por escrito estas cosas que son importantes para mí y que no merecen ser olvidadas. Si alguien las comparte, está increíble. Ya nos toparemos en el camino con nuestra buena dosis de caídas y, por supuesto, levantadas. Para los que no, envidiaré en secreto su vida que seguro estará más resuelta y ordenada que la mía.

Feel free to comment.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Reflexiones de un viaje

Remove everything you know, every people you share your life with, that routine you follow everyday... leave everything behind. What would be left? Well, you. (5  de julio de 2011).

Esas fueron las primeras líneas del diario que llevé durante mi estancia en Madrid a lo largo del mes de julio. No lo había pensado de manera consciente, tan sólo comencé a escribir... Ahora que estoy de regreso, me doy cuenta que tenía razón y que aquella fue una de las verdades más importantes con las que me encontré. No conocía nada, todo me resultaba extraño, la comodidad de mi rutina, la familiaridad de las personas, la seguridad de lo certero, todo estaba ausente... Al inicio decidí aferrarme a las pocas cosas que se asemejaban a mi realidad en mi país, sin embargo, pronto me di cuenta que ese no era el sentido del viaje. El sentido era exponerme a lo diferente, maravillarme de lo nuevo y estar en un contexto distinto. Así lo hice y lo agradezco mucho. No es que haya cambiado, es que aprendí tantas cosas que me hicieron ser una mejor persona. Crecer, madurar, evolucionar, son muchas palabras que me gustaría usar, pero prefiero quedarme con la sensación que me ocupa buena parte de la mente: 'felicidad'.
Al inicio, un mes me sonaba a poca cosa. Era por eso que mi idea era conocerlo todo, hablarle a mucha gente, tomar miles de fotos, comprar muchos recuerdos... El tiempo era mi enemigo, tenía que ganarle la carrera y tenía que regresar con lo más que pudiera. Entonces, llegó un punto en el que descubrí que el tiempo era relativo. No es una carrera, el tiempo trabaja a tu favor y puedes crear cosas maravillosas en un segundo si así lo quieres. A un mes le pueden caber tres horas o una vida entera. No hay mediciones en las que puedas decir 'ah, aquí caben tres experiencias significativas y dos momentos irrelevantes'. Aprendí a verlo como un lienzo blanco en el que puedes pintar magia que perdure para siempre o figuras grises que se borren al minuto siguiente. 
El hecho de vivir con la idea de que 'esto no va a durar para siempre', me ayudó a sentir cada momento de una manera especial. En esas cuatro semanas tuve una energía descomunal que me impedía quedarme encerrado, tenía ganas de hacer todo lo que no había hecho, vivir como nunca lo había realizado, sorprenderme a tal punto de no reconocer las cosas que me habían sorprendido antes... Y fue así como sucedió la magia.



Leo lo que escribí hace una semana y soy testigo de cómo el cambio no está en el tiempo sino en las experiencias que lo forman. Basta un instante verdaderamente memorable para cambiar tu vida para siempre. (28  de julio de 2011).


Ahora que me enfrento a la realidad, me niego a creer que todo seguirá igual a como estaba antes. Aún estoy intentando lidiar con todas las cosas que tengo en mi cabeza, con todo el cúmulo de aprendizajes que adquirí, con el impacto que varias personas tuvieron en mi vida... El proceso comenzó cuando abracé a mi familia, cuando descubrí que mi perra no me había olvidado, cuando dormí de nuevo en mi cama y volví a ver a mis amigos. ¿Ahora qué sigue? No puedo volver atrás, eso es definitivo. Las cosas que he escrito antes son muy poderosas: ¿vivir al máximo la vida?, ¿aprovechar cada oportunidad que se te presente?, ¿crear experiencias imborrables?... Por un mes completo así fue, ¿por qué no puede seguir así? Suena abrumador, lo sé. Apenas lo dije se me vinieron a la mente todos los obstáculos con los que me podría topar: envidia, frustración, inseguridad, miedo... Sin embargo, vale mucho la pena intentarlo. Este ha sido de los meses más significativos de mi vida y me gustaría continuar viviendo de esta manera.
En fin, esas son las reflexiones que hago a partir de este viaje. Como suelo hacerlo, las escribo para acudir a ellas en caso de llegar a olvidarlas. 'Basta sólo un instante para cambiar tu vida para siempre...' Vayamos por él.



miércoles, 8 de diciembre de 2010

Trent Mint (Prólogo)



Y comencé a escribir de nuevo. Esta historia se llama (como lo pueden imaginar) Trent Mint. Todo comenzó cuándo vi un autobús inmaculado con un rayón de graffiti encima. Un único rayón. Era morado, me parece. En fin, eso detonó todo esto. ¿Qué es todo esto? Aún no lo sé bien, pero creo averiguarlo pronto. Por el momento, les dejo las primeras líneas y conforme vaya avanzando les iré posteando el resto. Ojalá lo vayan leyendo. Yo prometo no dejarlo morir.

Trent Mint abrió los ojos con dificultad. Su cuerpo estaba tendido boca abajo en una extensión de terreno inmensa. El lugar era tierra y unas cuantas hierbas secas. Todo estaba muy seco, incluyendo su boca. Escupió saliva y ésta salió gris. Se levantó. Se sacudió la chaqueta de cuero, los jeans descoloridos y la cabellera negra que le llegaba a los hombros. Miró a su alrededor. Colinas de tierra se alzaban unas sobre otras y el polvo que no se podía quedar pegado al suelo se levantaba con la brisa. Trent Mint divisó casas a la distancia. Cuando quiso dar un paso, su pie golpeó algo y al dirigir la mirada al suelo vio su morral. De su interior sacó sus Ray-Ban y, con el morral en el hombro, emprendió su camino.

A medida que avanzaba, Trent Mint se sorprendió al notar cómo el paisaje cambiaba de manera interesante. Las colinas de tierra y la hierba secas se habían transformado, sin previo aviso, en una calle de casas perfectamente alineadas y cuidadas. Autos elegantes se encontraban estacionados en las entradas y mujeres con vestidos floreados paseaban perros y se saludaban entre sí. El sol era menos abrazador y el aire se respiraba más limpio. No había polvo ni suciedad a excepción suya. Su pulsera de picos y su delineador bajo los ojos nunca se habían visto tan fuera de lugar como en ese lugar. Se quedó pasmado. Una de aquellas mujeres con vestido floreado reparó en su presencia y adoptó al instante una expresión que mezclaba sorpresa y repugnancia. Cuando Trent Mint le regresó la mirada, la mujer apartó la suya y siguió su camino con la cabeza erguida. Poco a poco se fue percatando del resto de miradas. Ahí estaba el señor que lavaba su auto con sandalias y bermudas a cuadros, el repartidor de correos el cual se había quedado con un sobre en la mano y la niña que había interrumpido su sesión de té vespertino. A pesar de todo, Trent Mint no podía dejar de caminar. Pensaba que, si se detenía, la gente que lo atacaba con la mirada lo atacaría físicamente.
Entonces distinguió una persona diferente a pocos metros. Diferente no en su aspecto, sino en la forma en la que lo miraba. Aquello era únicamente sorpresa, no repugnancia. La chica de ojos grises iba de la mano de un chico de chaqueta universitaria. El instante duró dos segundos pero a Trent Mint le causó el suficiente impacto como para prestarle atención. Antes de que pudiera hacer otra cosa, ambos entraron a una de esas casas de muñecas.
Trent Mint regresó la mirada a la calle justo cuando algo se precipitaba hacia su dirección. Por más que intentó, no pudo ser lo suficientemente rápido como para esquivarlo. “¡Le dije que se quitara!”, gritaba el muchacho que resultó ser un repartidor de periódicos en su bicicleta. “Vete a la mierda”, le respondió. Sintió una costilla rota. Por segunda ocasión en ese mismo día, se puso de pie y se sacudió la chaqueta, los jeans y el cabello. Los periódicos estaban esparcidos por todos lados y al mirarlos se dio cuenta de varias cosas: la primera fue que la plana principal constaba de múltiples cuadros de noticias amontonados, la segunda fue que el titular rezaba Estados Unidos fabricará la Súper Bomba Atómica y la tercera fue que la fechaba del diario indicaba: Miércoles 1 de Febrero de 1965.
-No…- susurró Trent Mint mirando a su alrededor y percatándose de una vez en qué situación estaba metido. 

miércoles, 22 de septiembre de 2010

(Y)


Les posteo el anuncio que acabo de terminar para mi clase de Publicidad II.
La intención fue hacer un anuncio que vendiera mi persona a la empresa en la que quiero trabajar. O sea, a una agencia de publicidad.
Fue un desmadre hacerlo. Pero creo que valió la pena.
Espero sus comentarios.

(No olviden darle click a la imagen para que se vea bien)

domingo, 19 de septiembre de 2010

¿Diseño?


No sé si sepan pero, por primera vez en mi vida, estoy llevando una clase de diseño. La clase se llama algo así como Diseño y Producción de Medios Interactivos. Mi primer trabajo fue hacer un empaque en Illustrator. Nunca había abierto (mucho menos usado) ese programa, así que si el resultado está medio jodido no me juzguen severamente.
El profesor nos dio el contorno del empaque y nosotros escogimos el producto. Me tomó muchísimo tiempo diseñarlo y aún así se ve bastante sencillo, jaja. Eso me hace respetar aún más a la gente que se dedica a esto.
En fin, ojalá les guste.


lunes, 13 de septiembre de 2010

Trabajo & Vida

¡!

"Mi blog muere en el abandono", así reza mi último tweet. Siento que he olvidado a un buen amigo. Un amigo al cual aprecio mucho. La escuela, la pendejez, lo que sea, pero mis ganas de escribir han estado ausentes estos días. Más que nada he escrito reportes, trabajos y ensayos. Jaladas de esas.
En fin, otra cosa que me ha quitado tiempo es el trabajo. Sí, empecé a trabajar hace... ¡casi 4 meses! Un buen ahora que lo pienso. Mi trabajo no es el mejor trabajo, como diría mi padre. Pero es un buen trabajo. Al menos para alguien tan desmadroso y poco amante de las rutinas como yo. Hago de todo un poco, desde publicidad hasta planes de mercadotecnia para dulcerías. Me sacan de viaje a Acapulco a capacitar vendedores (!!!) y me ponen a cuidar la planta de la oficina (un bambú que cada día está más amarillo).
Nunca antes había trabajado y por eso estoy viviendo por primera vez muchas cosas. Desde las ansias que te produce la quincena, la hipocresía de la secretaria, los "descuidos" ojetes de tu jefa y las injusticias ante las cuales debes de poner cara de "ni pedo". En fin, toda una cultura en torno al trabajo.
Aún estoy intentando agarrarle el pedo ya que hay muchas cosas sobre el acto de trabajar que van en contra de mi propia personalidad (como los horarios, las limitaciones y las complacencias). Sin embargo, para ser mi primer trabajo está muy bien. Mi compañera y yo nos la pasamos en el desmadre. Mi jefa es feliz con el trabajo que hacemos. Aprendo las cosas antes de tomar las clases. Sé en qué apesto y en qué no.
Recuerdo cuándo sufría porque tenía que comer tacos de canasta y quesadillas ya que todo era carísimo. Recuerdo cuando tuve que ir tres veces al banco a cambiar mi cheque porque mi jefa no me depositó en la cuenta correcta... tre veces. Recuerdo cuando la secretaria nos acusó de haber hackeado su USB y borrado todos sus archivos. Recuerdo cuando camino al trabajo a Mónica y a mí se nos paró el coche y lo estampamos en una jardinera. Recuerdo cuando veíamos los partidos del Mundial a escondidas con el hermano de mi jefa. Recuerdo cuando vivimos con un cerro de basura de dos meses en el departamento de Acapulco porque nadie limpiaba.
En sí, el concepto de trabajo es algo extraño. Siento que debe de cambiar en algunos aspectos. A veces es demasiado rígido, demasiado monótono, demasiado sin-sentido. Me gustaría tener algo mío en algún momento. Eso va más conmigo. Algo más libre y que dependa de mí. Mientras ese momento llega, necesito empaparme de trabajo. Seguir encontrando esos detalles que la mayoría de las personas viven todos los días. Son detalles que estoy descubriendo y me causan mucha curiosidad. Siento que a veces se le da demasiada importancia al trabajo. "La gente grande que trabaja". Lo miramos con cierta reverencia. Y la verdad es que no es tan importante. Lo es. Pero no de la manera en la que lo percibe la mayoría. El trabajo puede ser divertido y al mismo tiempo profesional. Se puede innovar y mantener las expectativas de un cliente. No sé. Hay mucha mamonería al respecto que no nos permite crecer.
En fin, no sé que me depare el futuro en este ámbito (además de un trabajo en publicidad, por supuesto). Sin embargo, ahora me siento satisfecho. Mientras tanto, seguiré trabajando por hacer lo que más quiero y aprender lo más que pueda. Se me hace un buen trabajo para toda la vida.

"That's what I'm talking about"

lunes, 12 de julio de 2010

Encontrar un título increíble para una entrada

Hoy me van a conocer un poco mejor. Hoy me voy a conocer un poco mejor.
  • Observar a la gente en el transporte público y encontrarme con comportamientos fuera de lo común.
  • Escuchar música con audífonos mientras camino por la calle.
  • Comer cuando tengo hambre.
  • Dormir cuando tengo sueño.
  • Bañarme cuando se me antoja un baño.
  • Beber agua fría cuando la sed me está matando.
  • Tener una idea.
  • Fumar y tomar con mis amigos.
  • Tomar fotografías.
  • Editar una fotografía y dejarla mejor que antes.
  • Escuchar The Killers y No Doubt.
  • Escuchar Don't Stop Me Now, My Iron Lung, 505, All These Things That I've Done, Zero o Wake Up.
  • Cantarlas.
  • Ese beso espontáneo con Cesiah.
  • Leer Merca 2.0.
  • Ver comerciales en blogs de publicidad.
  • Leer todo mi TimeLine de Twitter.
  • Imaginarme que están grabando ciertos pasajes de mi vida y los están transmitiendo en algún lugar del mundo.
  • Hablar con mi papá mientras cenamos a las 10 de la noche.
  • Sentarme en el piso de mi entrada con Falcon y rascarle detrás de la oreja mientras se relaja él y me relajo yo.
  • Reírme con mi hermano de algún capítulo de Los Simpson.
  • Llegar a contarle a mi mamá una anécdota divertida de mi día mientras me prepara de comer y sonríe.
  • Hacer reír a mis primos, hacer que imaginen cosas y sentirme como un niño de 6 años.
  • Ver cómo la botella se va vaciando al mismo tiempo que el ambiente de la fiesta se pone mejor.
  • Leer el final de Cien Soles Espléndidos en una parada de camiones.
  • El momento que antecede a subirte al juego de Batman en Six Flags cuando esperas dos horas para ello.
  • Poner Messenger y ver a mi novia conectada.
  • Caminar con lentes oscuros en una calle muy soleada con otra persona que también lleva lentes oscuros.
  • Que alguien me diga "toma una foto".
  • Recordar mis sueños con claridad y poder contarlos sin dudar de ningún detalle.
  • Escuchar el consejo que quieres escuchar.
  • Despertar porque quieres despertar y ya no puedes seguir durmiendo.
  • Hacer ejercicio, sudar asquerosamente y bañarte enseguida.
  • Imaginar conversaciones a una posible situación futura.
  • Conocer a una persona interesante y que esa persona piense que eres interesante también.
  • Poner mi colcha en el suelo, acostarme en ella y mirar las paredes de mi cuarto mientras escucho Ooh La.
  • Platicar más de dos horas por teléfono en la noche mientras el tiempo pasa sin que me dé cuenta y el oído comienza a dolerme por la presión del teléfono.
  • Descubrir una canción, libro o película que me encanten por mero accidente.
  • Despertar en la cama de un hotel y oler ese aroma particular de las almohadas de hotel.
  • Darle una gran mordida a un taco de bisteck con aguacate, salsa roja y mucho limón.
  • Mirar estas imágenes porque las tomé, las edité y quedaron mejor:



  • Leer este post dentro de muchos años en una silla muy similar a esta pero en un piso muy alto de un departamento con vista a la ciudad y darme cuenta que me siguen causando placer las mismas cosas.

jueves, 17 de junio de 2010

Despierta con Nescafé

Hola:
¿Cómo están? Ah, un buen rato sin subir nada al blog. Me bloquée un buen rato. No tenía mucha inspiración. De nuevo. Supongo que mi periodo creativo está de receso. Espero regrese pronto. Mientras tanto, me di a la tarea de editar un viejo comercial con el que estuve trabajando al final del semestre en mi clase de Publicidad. La idea no es grandiosa, pero fue mi primer acercamiento a la grabación de un anuncio. Espero les guste.


Es mejor si lo abren en YouTube. Recibo comentarios :)

viernes, 14 de mayo de 2010

¿Qué hace un cambio?


Casi un mes sin agregar nada al blog. El tiempo se va rápido cuándo tienes exámenes y entregas finales al por mayor. En efecto, éste fue mi gris panorama las últimas semanas. Sin embargo, todo ha terminado y ahora puedo mirar a lo que sigue: ¿un trabajo?, ¿un curso?, ¿trabajar en mi book?, ¿un viaje?, ¿una nueva historia? Supongo que esa es la magia de todo esto. Las ganas es el único elemento que determina las cosas y, afortunadamente, tengo muchas de esas. 
Algo que me encanta de la vida es que estamos aprendiendo todo el tiempo y cualquier evento, por pequeño que sea, nos transforma y nos modifica de alguna manera. En relación a mis planes para el futuro, han habido dos eventos en el último mes que han transformado la forma en la que veo las cosas: la casi-muerte de mi perro y la pérdida de mi computadora. Sé que este último aspecto puede sonar ridículo, pero ya les explicaré por qué no lo es. Al menos no para mí.
MI PERRO

En relación a Falcon, se le detectó un tumor en su panza. Al día siguiente estaba postrado en la mesa de operación. Cuando llegué de la escuela con mi hermano, mi perro ya estaba ahí. Recuerdo que mientras abría la puerta estaba pensando en que tal vez no lo encontraría. Pensaba que tal vez no hubiera sobrevivido la operación. Pero no. Mi perro estaba ahí. Suspiré de alivio, sin embargo, mi alegría desapareció cuando vi la herida en su panza. Aquello no parecía obra de un veterinario sino de un carnicero. En ese momento sentí una genuina tristeza. En verdad me dolía ver a mi perro así. Es que no mames, ¡es Falcon! Mi amigo de los últimos 10 años. No es cualquier cabrón. Le veía la cara y sabía que él estaba triste también. Por más que quería, no podía levantarse a recibirme. No podía babear mi pantalón. No podía correr detrás de una botella.
Esta experiencia fue un algo que nunca había experimentado. Por primera vez me dediqué completamente a otro ser vivo. Y no digo que sea un tipo sin corazón que no se preocupe por los demás. Por supuesto que me importa la gente que quiero e incluso la que no. Sin embargo, este nivel de compromiso fue algo más allá. Me quedaba acostado junto a él, si ladraba salía a ver qué tenía, le daba de comer en la boca y me quedaba despierto hasta que pudiera dormir. Jamás había hecho eso por alguien. O al menos no sin pretender recibir nada a cambio o porque alguien me insistiera. Lo hacía porque debía y porque era lo que quería hacer. Y eso es lo increíble.
Nosotros nunca nos conocemos del todo hasta que la vida nos presenta determinadas situaciones y nos exige actuar de cierta manera. Si mi perro nunca se hubiera enfermado, tal vez seguiría sin saber que soy capaz de hacer algo como lo que hice. Somos seres de muchas facetas y poco a poco las vamos descubriendo. El punto es afrontar cada situación y optar por lidiar con ella de la mejor forma que podamos. Con esto en mente, incluso la jugada más mala onda de la vida puede ser una oportunidad para crecer.
MI COMPUTADORA
En relación a la computadora. ¡Ah! ¿Qué puedo decir? La olvidé en una mesa de mi escuela y no la volví a ver Ya hice todo lo que pude hacer para recuperarla pero, sencillamente, se me ha negado la oportunidad. ¿Qué fue lo que hice para evitar que la ira que nadaba en mi interior se hiciera evidente? Intenté encontrar el lado positivo a todo esto. Fue muy difícil. La razón principal es que dentro de esa computadora está mi vida. Tengo fotos, música, ideas, trabajos, escritos... En fin, no seguiré citando cosas sino la ira sí se hará evidente.
Sin embargo, esa es la realidad: perdí una computadora con contenido de más de 10 años de antigüedad. Todo lo que he creado en ese lapso de tiempo estaba ahí. No hay back-up, no hay nada. Todo valió y no sé si algún día lo vaya a recuperar. ¿Qué significa eso? ¿Todo el esfuerzo que invertí fue inútil? ¿Las horas que dediqué a escribir, a pensar y a trabajar, fueron una total pérdida? ¡Sí! Al menos eso pensaba al inicio. Pero, justamente hablando con César sobre esto, me encontré a mí mismo diciendo que no.
Tu mente y las cosas que salen de ella son aspectos distintos. Perdí lo segundo, sin embargo, lo primero sigue intacto. De ahí están saliendo estas palabras y de ahí van a salir muchas más. Entonces, ¿lo que perdí fue tan valioso cómo pensaba que era? ¡Otra reflexión amigos! Jaja. Yo creo que no. Hace dos años leí el primer libro que escribí. Tenía 15 años. Lagrad se llama (o se llamaba). No me gustó y lo reescribí. Quedó mucho mejor. Entonces, hace unos meses volví a leerlo y me sorprendí de nuevo con que no me gustaba tampoco. Sólo que esta vez no lo reescribí, me dio mucha flojera y pensé que, de igual forma, no me iba a gustar cuando lo leyera dos años después. Todo esto intentaba decirme algo. Hasta hoy lo entiendo.
Queremos guardar recuerdos de todo ya que no confiamos en nuestra mente y en su poder de crear cosas mejores. Yo soy muy dado a guardar cualquier estupidez. No sé a qué se deba. Tal vez en un nivel inconsciente le tenga miedo a olvidar. He guardado boletos de cine, revistas, fotos, cartas, reconocimientos, ropa, juguetes, ¡todo! Y cuando se trata de desprenderse de esas cosas porque ocupan demasiado espacio, me cuesta mucho trabajo.
Me imagino un incendio. Un incendio que queme mi cuarto. Un incendio que desaparezca todo esto que he guardado a lo largo de 20 años de existencia. Un incendio que termine con cada recuerdo. ¿En serio sería tan grave? Independientemente de los daños económicos, ¿qué otro daño habría? Últimamente he pensado que el daño es cero.
Es la memoria. Es la mente. Somos nosotros y las personas que nos rodean los que son valiosos. Puede que no me acuerde de lo que hice con mis amigos si no vuelvo a recuperar esas fotos. ¡Qué importa! Podemos salir y crear nuevos y mejores recuerdos. Incluso podemos platicar y, entre todos, recrear esas mismas historias que creíamos perdidas. Lo mismo sucede con mis libros, con mis diseños, con mis trabajos, con todo. Puedo crear algo mejor que haga parecer a lo anterior una basura y que me haga ver que su pérdida no fue tan grave. Sin embargo, eso dependerá de mí. Convencerme de ello y luchar por no frustrarme porque fui incapaz de crear algo mejor.

En fin, eso es todo en el post del día de hoy. Dos sucesos independientes que me hicieron cambiar mi forma de ser. Actualmente dependo de la computadora de mi hermano (y de su buen humor) para seguir actualizando el blog. Trataré de seguir subiendo cosas y, mientras tanto, veré qué onda con... lo demás, jaja. Gracias por leer (¡si es que lo leyeron todo!) y nos estamos viendo.

viernes, 23 de abril de 2010

What Makes Good?

¿Qué tal? El post del día de hoy es puramente musical. Después del abril que me tocó vivir con los conciertos de Franz Ferdinand, Muse y los Arctic Monkeys, no hay mucho que pase por mi cabeza que no sea música. Grandeza escénica (Muse), bandas entregadas al público (¡Franz!) y momentos de desenfrene (Arctic Monkeys) fue lo que me tocó vivir en cada una de estas fechas. Después de esto, tan sólo me queda más claro que nunca el poder de la música. Puede revivir, puede llevar al límite, puede remover emociones, puede hacer magia... Mi bolsillo sufrió y mi cuerpo terminó hecho polvo, pero volvería a endeudarme y recibir madrazos en el slam de nuevo. Sin duda.
En fin, con esta racha de conciertos llegada a su fin, no queda más que seguir en la búsqueda de buenas bandas que se anexen a mi biblioteca musical y me hagan poner en juego mi salud financiera para verlas tocar en vivo. Algunas promesas que han endulzado mis oídos en estos últimos meses son:

Hot Chip "Take it In"
¿Dones de 40 armando un buen rave? Estos tipos son lo máximo. Independientemente de su aspecto de señores geeks, Hot Chip son músicos que pueden armar el momento más divertido con la música más interesante y contagiosa. Esta en particular me encanta.

She & Him "In the Sun"

Tan sólo vean a Zooey Deschanel y díganme si no es fácil caer rendido, jaja. La misma chica de (500) Days of Summer tiene su lado musical y es igual de bueno. Con una voz bastante particular, Zooey brinda el carisma a este dúo secundado por el talento de M. Ward. En conjunto arman rolillas que son muy agradables de escuchar y te ponen bastante cool con el mundo. Esta es mi favorita. ¡Oficialmente tengo un crush! ;D

The xx "Islands"

Como mucha gente lo ha dicho: The xx hace sonar lo simple, grandioso. No es una ejecución compleja de instrumentos ni son voces realmente dotadas, sin embargo, esta banda puede crear melodías y atmósferas que te llegan hasta dentro. Me declaro fan de la tranquilidad y nostalgia de The xx. Tan sólo escuchen esta canción y sabrán a lo que me refiero.

Kings of Convenience "Know How"

El proyecto alterno de Erlend Øye de The Whitest Boy Alive. Tan sólo he oído esta canción de ellos y admito que me conquistó desde la primera escucha. La voz de Eirik Glambek es una mamada (en el buen sentido) y las guitarras, en particular, suenan perfectas. Me gusta esta versión en vivo. Definitivamente voy a seguir buscando más de Kings of Convenience.


La Roux "Bulletproof"

¿Lady Gaga? ¡Ajá! Muchos la han comparado (y no es que tenga nada con esa vieja) pero esta chica trae todo el power y una propuesta mucho más interesante. Lo primero que llama la atención es la androginez de Elly Jackson y su inusual peinado, sin embargo, debajo aparece un estilo musical difícil de pasar desapercibido. Electropop del bueno. Esta canción es ideal para una party loca, ¿no creen?

The Raveonettes "The Last Dance"
Me encanta esta canción, ¿qué más puedo decir? Me pone de buenas y me dan ganas de dedicar la frase del coro: If this is the last dance, then save it for me baby. ¿A qué no? Sharin Foo (otro crush, :P) y Sune Rose Wagner, crean una voz maravillosa en conjunto que, para mí, es el sello de los Raveonettes.

Vale. Espero les hayan gustado mis propuestas musicales. ¡A mí me encantaron! Jeje...

sábado, 10 de abril de 2010

Naturaleza Artificial


Y a continuación, ¡las fotografías elegidas! Ya tienen los últimos toques de edición, corrección de color y demás. Mañana iré a imprimirlas en lona y las colgaremos durante la Semana de la Cultura, así que vayan a darse una vuelta cuando estén, ¿va? Las elegidas fueron Patos en Sincronía y Perro Acostado (si le dan clic se ven en su tamaño real).






La idea de ambas fotos fue plasmar las dos realidades de la naturaleza. En la primera, vemos una naturaleza más auténtica. Que a su vez, es una naturaleza a la cual estamos menos acostumbrados. En cambio, la segunda, nos presenta la faceta artificial del mundo natural. Con todas las contradicciones que esto conlleva. Dicha naturaleza es aquella a la cual nuestro estilo de vida nos ha orillado y que, a un ritmo apabullante, se está convirtiendo en la única que vamos a conocer. ¿Llegará un momento en el que estemos tan acostumbrados a ver perros acostados que nos olvidemos de todos los patos en sincronía? Considero que ya está sucediendo e inquieta bastante.
En fin, espero les hayan gustado las fotos y se den una vuelta durante la Semana de la Cultura para verlas impresas (Aulas III del Tec de Monterrey a partir del 26 de Abril). ¡Gracias por ayudarme a escogerlas!

miércoles, 31 de marzo de 2010

Mi Pueblo y Yo

HOLA
Aprovechando un poco el descanso obligado de Semanta Santa me puse a pensar sobre temas para un post. Contar algo de lo que sé y de lo que no había hablado antes. Así fue como llegó de repente la idea de hablar sobre lo que significa vivir en un "pueblo". Todos mis amigos me han molestado con esto desde el inicio de nuestra relación. Con frases como "vives en la nopalera a la derecha, ¿no?", "ah claro, sólo en tu pueblo bicicletero", "pasando las vacas" o, mi favorita, "qué va a haber de comer, ¿pollo con mole?" mis amigos han gozado haciéndome ver mi lejanía de la civilización. Ahora que lo pienso la mayoría de las frases son de la autoría de Ileana y Cesiah. Mi mejor amiga y mi novia, ¿por qué no? Jaja.

¡La nopalera!

En fin, desde hace 20 años vivo en Tlaltenco. Un lugar ubicado en la delegación Tláhuac dónde lo más interesante que ha sucedido en los últimos años involucra a dos policías linchados y a la línea 12 del metro. Al menos en lo que a percepción exterior se refiere. Dentro, he convivido con carnavales, procesiones, ferias, cierres de avenidas, conciertos de la banda-grupera-del-momento, entre otras cosas. ¿Quién tiene el privilegio de vivir tan de cerca de tal espectro cultural? Es algo sorprendente, en verdad.

Arco

Los carnavales son una cosa bastante interesante. Todos los años (por estas fechas, justamente) la gente cierra la avenida principal, se pone los disfraces más coloridos, construye un carro alegórico del diseño más exótico (ver siguiente imagen, por favor) y sale a bailar a la calle. Familias enteras dejando su estela de caguamas y la misma tonadita musical desde que tengo memoria. Recuerdo cuando era novedad y salía a ver a los famosos chinelos bailar por mi calle. Todo desde la puerta de mi casa. Sin embargo, llegó un momento en el que todas estas festividades comenzaron a valerme madres. Mis papás nunca fueron del agrado de este tipo de eventos por lo que me transmitieron esa indiferencia. ¡Brindo por ello!

Centaruo-Revolucionario

Mucha gente me critica porque no me involucro en los eventos del pueblo, porque no me importa salir a festejar el carnaval, por quejarme de que cada semana cierran una calle para organizar unos XV años o porque nunca me he parado en la feria del pueblo. ¡Perdón! Entiendo que hay tradiciones que deben de ser conservadas y que hay celebraciones que nos definen como mexicanos. Incluso recuerdo el vídeo que hice en la preparatoria donde defendía la cultura mexicana y exponía a aquellos que la rehuían. ¿Acaso me estoy contradiciendo? No lo creo. Nuestras tradiciones no tienen NADA de malo. Son increíbles en cierto nivel. ¿Una feria donde todo el pueblo se reúne a echar relajo, a chupar, a bailar y a convivir con su familia? ¡Está perfecto! El problema aquí es la ACTITUD de estas personas. Cuando deciden cerrar la avenida principal para armar su carnaval, cuando ponen su sonido al lado de tu ventana y te tienes que chutar a La-Sonora-No-Sé-Qué hasta las 3am o cuando al día siguiente de tu casa y encuentras la banqueta atascada de basura. ESE es el problema. Las personas que hacen esto no tienen conciencia de lo que significa compartir su espacio con el resto. En su estado de euforia y apegos tradicionalistas, olvidan que están interfiriendo en la vida de otros y es cuando aplican la actitud de: me vale madres, yo voy a armar mi fiesta te parezca o no.

Carnaval

Sin embargo, a pesar de TODO esto, he aprendido a agradecer vivir aquí. ¿Por qué? Porque conozco esta parte de nuestra sociedad. La conozco y la entiendo. Recuerdo el comentario de una chica en una clase de mi universidad. Ella explicaba que no creía que las personas de nuestro país pudiera cambiar. Que son y seguirían siendo ignorantes y no había nada qué hacer por ellas. Por dentro tenía ganas de mentarle su madre. Incluso cada vez que me acuerdo me sucede algo en el estómago. ¡¿Qué pedo?! ¿En verdad hay gente que piensa así? ¿Cuáles son las esperanzas para este lugar llamado México si creemos eso? ¿Estamos destinados a quedarnos en el mismo agujero por siempre? ¡Por supuesto que no!

Desde arriba

Esa es la razón por la cual agradezco vivir aquí. No estoy diciendo que sea la persona más compasiva y solidaria, sin embargo, sé por qué la gente se comporta cómo se comporta y toma decisiones que a muchos les pueden parecer ridículas. Las motivaciones y realidades de estas personas son diferentes y cada una de ellas intenta salir adelante cómo la vida se lo permite. Hay mucha gente que aún en las peores condiciones ha podido salir adelante y hacerse paso en este mar de desmadre. No fueron ignorantes por el resto de sus vidas (díganle a esa vieja idiota, por favor). Tenemos serios problemas, es un hecho. Sin embargo, la cuestión NO es ¿cómo hago para que no me alcancen?, sino ¿qué puedo hacer para solucionarlos? Todo comienza con un detalle sencillo. No podemos revolucionar la mente de las personas. Es un hecho. Sin embargo, podemos actuar bien, podemos enseñar a otros, podemos obedecer normas, podemos evitar ser parte del problema, podemos tener una buena actitud con la sociedad, podemos motivar proyectos que generen cambios. En la medida de nuestras posibilidades podemos ir transformando este caos. Alguien tiene que empezar en algún momento.

El pueblo

En fin, eso es lo que yo pienso. ¡Ahora espero que dejen de molestar con lo del pueblo bicicletero! Jaja. Saludos y si tienen algo qué decir, ¡comenten!

sábado, 27 de marzo de 2010

Estoy en medio de un libro...


HOLA:
En esta ocasión posteo las ideas que envié para el concurso de Gandhi. Todos hemos leído en alguna ocasión su publicidad y por ello se dice que Gandhi es de los pocos anunciantes que han sabido hacer buen uso de los espectaculares en nuestro país. Con frases cortas, ingeniosas y muy inteligentes, la librería ha sabido posicionarse en la mente de los lectores (y no lectores) cómo el lugar de excelencia para adquirir buena literatura. Y no sólo Gandhi ha impulsado la importancia de los libros, sino la forma de hacer buena publicidad. A fin de cuentas, lo que se nos queda en le mente no es el anuncio mejor producido sino aquel que nos deja con una sonrisa en la boca y nos motiva a compartirlo con alguien más. Esa es la buena publicidad y eso es a lo que aspiro llegar algún día.
Por el momento les dejo las ideas que estuve escribiendo estos últimos días. Al inicio me había casado con un par, pero conforme seguí pensando fueron saliendo más y más. Eso es lo que me motiva a hacer publicidad: nunca hay algo lo suficientemente bueno ya que un anuncio mejor pensado es un mejor anuncio en sí. Recuerdo mi estancia en Brother y cómo las cabezas (los anuncios que sólo constan de una frase) era lo que más trabajo me costaba. En una gráfica te puedes apoyar de una imagen al igual que en un spot, sin embargo, la cabeza es una idea solita. Una idea que por sí sola tiene que sostenerse y comunicar el sentido del anuncio. Ahí radica su importancia. Espero que el resultado no haya sido malo. Al menos a mí me gustaron varias. ¡Espero les gusten a ustedes también y comenten sus favoritas!