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"Mi blog muere en el abandono", así reza mi último tweet. Siento que he olvidado a un buen amigo. Un amigo al cual aprecio mucho. La escuela, la pendejez, lo que sea, pero mis ganas de escribir han estado ausentes estos días. Más que nada he escrito reportes, trabajos y ensayos. Jaladas de esas.
En fin, otra cosa que me ha quitado tiempo es el trabajo. Sí, empecé a trabajar hace... ¡casi 4 meses! Un buen ahora que lo pienso. Mi trabajo no es el mejor trabajo, como diría mi padre. Pero es un buen trabajo. Al menos para alguien tan desmadroso y poco amante de las rutinas como yo. Hago de todo un poco, desde publicidad hasta planes de mercadotecnia para dulcerías. Me sacan de viaje a Acapulco a capacitar vendedores (!!!) y me ponen a cuidar la planta de la oficina (un bambú que cada día está más amarillo).
Nunca antes había trabajado y por eso estoy viviendo por primera vez muchas cosas. Desde las ansias que te produce la quincena, la hipocresía de la secretaria, los "descuidos" ojetes de tu jefa y las injusticias ante las cuales debes de poner cara de "ni pedo". En fin, toda una cultura en torno al trabajo.
Aún estoy intentando agarrarle el pedo ya que hay muchas cosas sobre el acto de trabajar que van en contra de mi propia personalidad (como los horarios, las limitaciones y las complacencias). Sin embargo, para ser mi primer trabajo está muy bien. Mi compañera y yo nos la pasamos en el desmadre. Mi jefa es feliz con el trabajo que hacemos. Aprendo las cosas antes de tomar las clases. Sé en qué apesto y en qué no.
Recuerdo cuándo sufría porque tenía que comer tacos de canasta y quesadillas ya que todo era carísimo. Recuerdo cuando tuve que ir tres veces al banco a cambiar mi cheque porque mi jefa no me depositó en la cuenta correcta... tre veces. Recuerdo cuando la secretaria nos acusó de haber hackeado su USB y borrado todos sus archivos. Recuerdo cuando camino al trabajo a Mónica y a mí se nos paró el coche y lo estampamos en una jardinera. Recuerdo cuando veíamos los partidos del Mundial a escondidas con el hermano de mi jefa. Recuerdo cuando vivimos con un cerro de basura de dos meses en el departamento de Acapulco porque nadie limpiaba.
En sí, el concepto de trabajo es algo extraño. Siento que debe de cambiar en algunos aspectos. A veces es demasiado rígido, demasiado monótono, demasiado sin-sentido. Me gustaría tener algo mío en algún momento. Eso va más conmigo. Algo más libre y que dependa de mí. Mientras ese momento llega, necesito empaparme de trabajo. Seguir encontrando esos detalles que la mayoría de las personas viven todos los días. Son detalles que estoy descubriendo y me causan mucha curiosidad. Siento que a veces se le da demasiada importancia al trabajo. "La gente grande que trabaja". Lo miramos con cierta reverencia. Y la verdad es que no es tan importante. Lo es. Pero no de la manera en la que lo percibe la mayoría. El trabajo puede ser divertido y al mismo tiempo profesional. Se puede innovar y mantener las expectativas de un cliente. No sé. Hay mucha mamonería al respecto que no nos permite crecer.
En fin, no sé que me depare el futuro en este ámbito (además de un trabajo en publicidad, por supuesto). Sin embargo, ahora me siento satisfecho. Mientras tanto, seguiré trabajando por hacer lo que más quiero y aprender lo más que pueda. Se me hace un buen trabajo para toda la vida.
"That's what I'm talking about"
No que esa foto era de unas vacaciones o algo así! Jaja, lo sabia, eso no es trabajo!!! Jajaja, la verdad el trabajo es una gran experiencia que no me gustaría repetir! Jaja, es raro... Esto de trabajar, pero bueno, estoy seguro que solo es la antesala de un gran futuro que nos espera!!! Pero por lo mientras tendremos que seguir soportandolo!! Jaja, aunque lo tuyo no sea trabajo! Saludos!
ResponderEliminarTan Genial como siempre... wish u the best
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