Y comencé a escribir de nuevo. Esta historia se llama (como lo pueden imaginar) Trent Mint. Todo comenzó cuándo vi un autobús inmaculado con un rayón de graffiti encima. Un único rayón. Era morado, me parece. En fin, eso detonó todo esto. ¿Qué es todo esto? Aún no lo sé bien, pero creo averiguarlo pronto. Por el momento, les dejo las primeras líneas y conforme vaya avanzando les iré posteando el resto. Ojalá lo vayan leyendo. Yo prometo no dejarlo morir.
Trent Mint abrió los ojos con dificultad. Su cuerpo estaba tendido boca abajo en una extensión de terreno inmensa. El lugar era tierra y unas cuantas hierbas secas. Todo estaba muy seco, incluyendo su boca. Escupió saliva y ésta salió gris. Se levantó. Se sacudió la chaqueta de cuero, los jeans descoloridos y la cabellera negra que le llegaba a los hombros. Miró a su alrededor. Colinas de tierra se alzaban unas sobre otras y el polvo que no se podía quedar pegado al suelo se levantaba con la brisa. Trent Mint divisó casas a la distancia. Cuando quiso dar un paso, su pie golpeó algo y al dirigir la mirada al suelo vio su morral. De su interior sacó sus Ray-Ban y, con el morral en el hombro, emprendió su camino.
A medida que avanzaba, Trent Mint se sorprendió al notar cómo el paisaje cambiaba de manera interesante. Las colinas de tierra y la hierba secas se habían transformado, sin previo aviso, en una calle de casas perfectamente alineadas y cuidadas. Autos elegantes se encontraban estacionados en las entradas y mujeres con vestidos floreados paseaban perros y se saludaban entre sí. El sol era menos abrazador y el aire se respiraba más limpio. No había polvo ni suciedad a excepción suya. Su pulsera de picos y su delineador bajo los ojos nunca se habían visto tan fuera de lugar como en ese lugar. Se quedó pasmado. Una de aquellas mujeres con vestido floreado reparó en su presencia y adoptó al instante una expresión que mezclaba sorpresa y repugnancia. Cuando Trent Mint le regresó la mirada, la mujer apartó la suya y siguió su camino con la cabeza erguida. Poco a poco se fue percatando del resto de miradas. Ahí estaba el señor que lavaba su auto con sandalias y bermudas a cuadros, el repartidor de correos el cual se había quedado con un sobre en la mano y la niña que había interrumpido su sesión de té vespertino. A pesar de todo, Trent Mint no podía dejar de caminar. Pensaba que, si se detenía, la gente que lo atacaba con la mirada lo atacaría físicamente.
Entonces distinguió una persona diferente a pocos metros. Diferente no en su aspecto, sino en la forma en la que lo miraba. Aquello era únicamente sorpresa, no repugnancia. La chica de ojos grises iba de la mano de un chico de chaqueta universitaria. El instante duró dos segundos pero a Trent Mint le causó el suficiente impacto como para prestarle atención. Antes de que pudiera hacer otra cosa, ambos entraron a una de esas casas de muñecas.
Trent Mint regresó la mirada a la calle justo cuando algo se precipitaba hacia su dirección. Por más que intentó, no pudo ser lo suficientemente rápido como para esquivarlo. “¡Le dije que se quitara!”, gritaba el muchacho que resultó ser un repartidor de periódicos en su bicicleta. “Vete a la mierda”, le respondió. Sintió una costilla rota. Por segunda ocasión en ese mismo día, se puso de pie y se sacudió la chaqueta, los jeans y el cabello. Los periódicos estaban esparcidos por todos lados y al mirarlos se dio cuenta de varias cosas: la primera fue que la plana principal constaba de múltiples cuadros de noticias amontonados, la segunda fue que el titular rezaba Estados Unidos fabricará la Súper Bomba Atómica y la tercera fue que la fechaba del diario indicaba: Miércoles 1 de Febrero de 1965.
-No…- susurró Trent Mint mirando a su alrededor y percatándose de una vez en qué situación estaba metido.
No se que parte me gusto mas... si el principio o el final... jaja, yo creo que el final, excepto porque creo que se fue muuuy rapido!!! de la nada chin.. camina... chica.. una bicicleta con un chico sobre ella(jaja), y ya, Trent Mint esta en el pasado, jajajaja, pero me gusto....
ResponderEliminarAhhh.. tambien me perdi con la identidad de Trent Mint..el nombre esta de lujo!!!, jaja, pero al principio me lo imagine como un Johnny Knoxville de pelo largo con sus Ray-Ban... y al final termino siendo metalero.... en mi vida he visto un metalero con lentes... jaja, creo que tu naturaleza mercadologica te obligo a poner una marca como diera lugar, jajajaja, ntc... pero si... no se definio bien su personalidad...
Saludos y esperaremos una proxima entrega!!!
Yo quiero saber como chin... llegó a los 50!! Mi subconsciente cinefilo y literario se juntaron y ya me lo imagino no sé por qué como un mugrosín guapo onda Sirius Black en Hogwarts, de los típicos de película :P jaja
ResponderEliminarEse no era el punto, sorry.
En fin, creo que el inicio cumple con el cometido de dejarte con ganas de más y coincido con Cesar en que fue demasiado rápido. En fin, espero una pronta actualización ehhh ;)