Remove everything you know, every people you share your life with, that routine you follow everyday... leave everything behind. What would be left? Well, you. (5 de julio de 2011).
Esas fueron las primeras líneas del diario que llevé durante mi estancia en Madrid a lo largo del mes de julio. No lo había pensado de manera consciente, tan sólo comencé a escribir... Ahora que estoy de regreso, me doy cuenta que tenía razón y que aquella fue una de las verdades más importantes con las que me encontré. No conocía nada, todo me resultaba extraño, la comodidad de mi rutina, la familiaridad de las personas, la seguridad de lo certero, todo estaba ausente... Al inicio decidí aferrarme a las pocas cosas que se asemejaban a mi realidad en mi país, sin embargo, pronto me di cuenta que ese no era el sentido del viaje. El sentido era exponerme a lo diferente, maravillarme de lo nuevo y estar en un contexto distinto. Así lo hice y lo agradezco mucho. No es que haya cambiado, es que aprendí tantas cosas que me hicieron ser una mejor persona. Crecer, madurar, evolucionar, son muchas palabras que me gustaría usar, pero prefiero quedarme con la sensación que me ocupa buena parte de la mente: 'felicidad'.
Al inicio, un mes me sonaba a poca cosa. Era por eso que mi idea era conocerlo todo, hablarle a mucha gente, tomar miles de fotos, comprar muchos recuerdos... El tiempo era mi enemigo, tenía que ganarle la carrera y tenía que regresar con lo más que pudiera. Entonces, llegó un punto en el que descubrí que el tiempo era relativo. No es una carrera, el tiempo trabaja a tu favor y puedes crear cosas maravillosas en un segundo si así lo quieres. A un mes le pueden caber tres horas o una vida entera. No hay mediciones en las que puedas decir 'ah, aquí caben tres experiencias significativas y dos momentos irrelevantes'. Aprendí a verlo como un lienzo blanco en el que puedes pintar magia que perdure para siempre o figuras grises que se borren al minuto siguiente.
El hecho de vivir con la idea de que 'esto no va a durar para siempre', me ayudó a sentir cada momento de una manera especial. En esas cuatro semanas tuve una energía descomunal que me impedía quedarme encerrado, tenía ganas de hacer todo lo que no había hecho, vivir como nunca lo había realizado, sorprenderme a tal punto de no reconocer las cosas que me habían sorprendido antes... Y fue así como sucedió la magia.
Leo lo que escribí hace una semana y soy testigo de cómo el cambio no está en el tiempo sino en las experiencias que lo forman. Basta un instante verdaderamente memorable para cambiar tu vida para siempre. (28 de julio de 2011).
Ahora que me enfrento a la realidad, me niego a creer que todo seguirá igual a como estaba antes. Aún estoy intentando lidiar con todas las cosas que tengo en mi cabeza, con todo el cúmulo de aprendizajes que adquirí, con el impacto que varias personas tuvieron en mi vida... El proceso comenzó cuando abracé a mi familia, cuando descubrí que mi perra no me había olvidado, cuando dormí de nuevo en mi cama y volví a ver a mis amigos. ¿Ahora qué sigue? No puedo volver atrás, eso es definitivo. Las cosas que he escrito antes son muy poderosas: ¿vivir al máximo la vida?, ¿aprovechar cada oportunidad que se te presente?, ¿crear experiencias imborrables?... Por un mes completo así fue, ¿por qué no puede seguir así? Suena abrumador, lo sé. Apenas lo dije se me vinieron a la mente todos los obstáculos con los que me podría topar: envidia, frustración, inseguridad, miedo... Sin embargo, vale mucho la pena intentarlo. Este ha sido de los meses más significativos de mi vida y me gustaría continuar viviendo de esta manera.
En fin, esas son las reflexiones que hago a partir de este viaje. Como suelo hacerlo, las escribo para acudir a ellas en caso de llegar a olvidarlas. 'Basta sólo un instante para cambiar tu vida para siempre...' Vayamos por él.
En fin, esas son las reflexiones que hago a partir de este viaje. Como suelo hacerlo, las escribo para acudir a ellas en caso de llegar a olvidarlas. 'Basta sólo un instante para cambiar tu vida para siempre...' Vayamos por él.
Que chido tenerte de regreso!! Me gusta saber que este viaje te sirvió mucho para conocer nuevas cosas, como dice el dicho "Donde no te conocieren, haced lo que queréis!" (supongo que el castellano se te dará mejor ahora ti, jaja, y tampoco estoy seguro de que sea un dicho... pero bueno)
ResponderEliminarTienes razón, aunque estemos en España o en México, con nuestra familia o con unos totales desconocidos, ese momento será único e irrepetible... Me da gusto que adoptes esa filosofía, y me gustaría en algún momento compartirla :D!
Bienvenido de regreso! Y espero con ansías nuevos blogs!
Saludos!