Boy From School

¡Hola!

¿Qué tal seguidores de mi blog? (Sea quién sea...2 tal vez, no lo sé). He estado pensando en estos últimos días sobre este post y en cada una de esas ocasiones pensaba: "Sí, voy a hablar sobre mi proyecto final de ventas", en otras decía: "Sí, sobre mi proyecto de investigación de mercados" y ya cuando consideré escribir sobre el de merca de servicios supe que tenía un problema.

Peeero...¡al diablo! Para ganarme el descontento de muchos y la mirada de "pinche wey raro" de otros, les voy a contar sobre: ¡mis proyectos finales! Jaja. Lo sé. Pero por favor denme chance. Si se aburren durante las siguientes 5 líneas no me ofenderé, bueno, sólo un poco.

Ahí les va:

• ANáLISIS de DECISIONES:

Comienzo con este ya que es del que definitivamente me siento menos orgulloso. Digamos que hubo dinero de por medio y una mente más brillante que la mía que sacó al equipo del hoyo en el que se encontraba. Nunca había hecho tal cosa (y espero que mi profesor no lea esto nunca), pero esta materia nos provocó tanto valemadrismo que no tuvimos miramientos al decidir que una persona externa nos ayudara un poquito. Con decir que llegó el día de la entrega sin que supiera, en efecto, que ese era el día de entrega. En fin, amigos, quiero aclarar que no soy partidario de este tipo de prácticas y espero que nunca recurran a ellas... A menos, claro, que lleven análisis de decisiones algún día, ja.

• ARTE CONTEMPORáNEO:

El trabajo final para esta materia fue un tanto...subjetivo. La tarea: hacer una obra de arte contemporáneo (siempre fallo en acentuar esta palabra). Mi equipo y yo nos sentamos y en menos de dos minutos tuvimos la idea: Barbie con cabeza de Ken y Ken con cabeza de Barbie. Algo bastante gracioso. El problema era decir qué queríamos decir con esta obra. Nos sentamos...dos minutos y lo tuvimos. Nuestra obra de arte contemporáneo (eh, puse bien el acento!) representaría el cambio de roles de hombres y mujeres que nuestra sociedad está experimentando. ¡Perfecto! Mi trabajo estaba listo. El problema fue redactar una cuartilla lo suficientemente convincente y...comprar una Barbie y un Ken. Evidentemente mandé a mi mamá a hacerlo. (Su cara cuando le dije que agregara esas dos cosas a su lista de súper fue invaluable, jaja). En este momento hago un paréntesis para contar un anécdota graciosa relacionada con este trabajo.

Resulta que me voy lunes y jueves en el transporte de la escuela. El jueves en especial lo tomé con mi proyecto de arte en una mochila negra. Al llegar a la escuela en total estado vegetal, salí precipitado al notar que todos estaban bajando ya. No pasaron tres minutos cuando me dije: "¡Idiota, dejaste la mochila en el transporte!" Corrí hacia el camión pero ya no estaba ahí. De hecho lo vi andar a toda velocidad por la calle hasta perderse de vista. Algo bastante triste. Mi primera impresión fue: ¡Ahí va mi trabajo final de arte! Y la segunda (que de hecho fue peor que la primera): ¡El chofer va a ver lo que hay dentro! Corrí a las oficinas del transporte e hice que lo localizaran. Lo hicieron y dijo que estaría de vuelta a la escuela en una hora. Mi mochila estaba ahí y la dejaría en las oficinas para que pudiera pasar a recogerla. El punto es que llegué, recogí mi mochila y nadie me hizo miradas extrañas. Aquello fue un mayor alivio que recuperar mi trabajo. De hecho llevaba conmigo a mi novia para que, en caso de que fuera necesario, pudiera culparla a ella (lo siento, jaja).

El punto es que este fue un trabajo muy interesante. Saber que de un objeto aparentemente ridículo y sin sentido puedes hallar toda una explicación más allá de lo que te dicta la primera impresión fue lo que me llevé de esta clase. En efecto, los artistas contemporáneos están locos. ¡Sí lo están! Pero gracias a esta clase vi que es divertido intentar entender el significado que hay detrás de una mierda (literal). Les dejo una foto de mis aberraciones:

Jaja, ¿qué tal? Sí da un poco de miedo, ¿no?

• INVESTIGACIóN de MERCADOS:

Esta materia fue muy extraña para mí. Al principio me encantaba. En verdad. Posterior a eso llegó un momento en el que me comenzó a aburrir. Y a lo largo de estas últimas semanas creo que la volví a amar. Y todo gracias al proyecto final. Resulta que una chava egresada del Tec puso su negocio de vestidos de novia. Su historia era algo motivante ya que tuvo infinidad de obstáculos en el camino pero le valió y lanzó una empresa exitosa. El punto es que, al ser muy ambiciosa la mujer, decidió ampliar su mercado a vestidos para graduación. Lo que nos pedía era armar una sesión grupal con chicas que estuvieran a punto de graduarse y platicar con ellas sobre lo que buscan en su vestido de graduación ideal. De esta forma, la chava podía darse una idea de las demandas del mercado y sacar su línea con toda esta información en mente.

El primer detalle fue el siguiente: la sesión era un martes a la 1:30 y a las 12:00 teníamos una chava de noveno semestre confirmada para participar en nuestra sesión. ¡Necesitábamos al menos 6! Jamás supuse que conseguir a 6 chicas de noveno semestre en una universidad fuera tan complicado, pero lo fue. Llegó un momento en el que nuestro mercado meta de chicas de noveno semestre se transformó en...chicas. Solamente chicas, fuera del semestre que fuera. Ahí fue donde entró la táctica de: pedirle favor a la amiga. Logré llamar a Sandra y Jovanna. Aceptaron por fortuna.

La sesión estuvo bastante bien. Todo se dio en la mítica cámara de Gessel. Para los que no sepan qué es eso, la cámara de Gessel es un cuartito detectivesco dónde hay dos salas divididas por un vidrio. De un lado están las chicas con la moderadora platicando sobre el tema a tratar y, del otro, gente tomando notas y observando la sesión. Naturalmente las chicas no saben que hay gente viéndolas del otro lado. O al menos pretenden no saberlo.

Al final juntamos 5 chavas. Sólo una de ellas era noveno. ¡Pero qué importaba! Jaja. A la maestra le gustó mucho y aunque hubiéramos tenido mejores resultados de ser todas de noveno, las cosas no salieron tan mal. Alejandra y Ana, las moderadoras tuvieron algunos problemas en hacer que todas participaran y lograran hacerse con la idea de que, en efecto, estaban a dos semanas de graduarse... Aunque les faltaran dos años a algunas y a otras un par más. A pesar de todo salió muy bien esa sesión.

En fin, este trabajo final estuvo bastante interesante. Aprendí que se le puede dar uso a una cámara de Gessel distinto que al de interrogar criminales. Aunque aún tengo ganas de ver cómo usan una para eso :D

Con la caliente de Ale y la fría de Janna haciendo el trabajo de Cuali :)

• MERCADOTECNIA de SERVICIOS:

Este trabajo fue una gran friega pero al final valió la pena. El asunto era hacer un plan de servicios para cualquier negocio. Nosotros, trabajamos con un restaurante llamado Piso 10 que se encuentra en el piso 10 (daaa) de un hotel en Chapultepec. A primera instancia suena bastante bien: un hotel! en Chapultepec! Pero nooo, el lugar estaba muy muy escondido y en un hotel bastante extraño. En fin, la primera vez que llegamos nos recibió una de las señoras más...peculiares que he visto. Ahí comenzó nuestra travesía.

La mujer asumía que éramos estudiantes que íbamos con toda la intención de criticar el perfecto negocio que ella administraba y a juzgar cada aspecto de su trabajo. Fue terrible trabajar ahí, amigos!! Jaja. Nos infundía cierto terror. Pero conforme seguimos yendo nos enteramos que las meseras le tenían miedo también. Así que no estábamos solos :)

Me refiero al trabajo como una friega porque fue ir dos días a chutarnos todo el turno de trabajo y anotar en una estúpida bitácora cada actividad que las empleadas hacían...¡minuto a minuto! Yo estuve sentado debajo del fregadero de la cocina durante dos horas anotando: La cocinera pica lechuga, la mesera sale a tomar la orden, la mesera regresa con la orden, la cocinera abre el refrigerador y saca jamón, la mesera hace una broma sobre la jefa, las dos ríen... Así fue.

Al final las mujeres empleadas se desahogaron. Nos hablaron de Dios, de los hijos, del trabajo, de la comida y de la jefa malvada. Muy interesante. Al final hicimos un informe diciendo todas las cosas que notamos hacen mal y cómo les recomendamos mejorarlas.

En fin, si algo aprendí de esto fue que hay múltiples acciones que puedes hacer para arruinar un negocio y que es impresionante ver hasta donde puede llegar la mentalidad de cierta gente a la hora de negarse a tomar medidas y cambiar las cosas.

En el Piso 10 con Karen (con caras de mucha bitácora jaja)

• VENTAS:

Oh sí, ventas... Por mucho la materia más estresante y demandante de todo este semestre. Aún así, la mejor que he tenido en lo que llevo de carrera. Aprendí tanto en estos (sí, estos!) trabajos finales de ventas. No fue uno, no fueron dos...¡fueron tres trabajos finales! El Rival Más Débil, la venta POP y el vídeo. Hace unos días me preguntaba, ¿por qué siento que este semestre parece no tener fin? Ahora que escribo este párrafo me doy cuenta por qué.

Todo empezó hace un mes cuando llevamos a cabo nuestra venta. El reto era el siguiente: escoger cualquier punto de venta POP y aumentar en un 30% las ventas con respecto al mismo día del año anterior. Nosotros trabajamos en The Coffee Factory en Galerías Coapa. Llegamos ese sábado a las 10:00am con nuestro cartel que rezaba: "En este puente, date el gusto". (Es que ese fin era puente jaja). Lo pegamos en el vidrio y nos presentamos con los empleados.

Posterior a ella nos dividimos en tareas: Mafer iba a estar preparando órdenes, Diana iba a estar en la caja, Aline y Lalo atendiendo mesas y Nayeli y yo dando muestras gratis en la entrada. La jornada comenzó. La meta era vender $18,000 antes de que cerrara el establecimiento.

Pasaron dos horas y no pudimos evitar preguntar: ¿cuánto llevamos vendido? ¡$2,000! ¡¿Quée?! No vamos a superar la meta, nos decíamos con pesar. Sin embargo seguimos repartiendo muestras y atendiendo mesas. Inventamos promociones (en la compra de una taza le regalamos un café americano y 4X3 en cafés calientes) y salimos a pasearnos con cafés en la mano para decir: ¡Mmmm, que rico café!

Ese día tocó Erick Rubín justo frente al café y toda la gente se arremolinó a escucharlo. Eran las 3:00pm y la cafetería estaba vacía. "Ya vendrán en masa cuando termine el concierto"-nos decíamos ilusamente. Terminó el concierto y....ohhh, no vino nadie jaja. Nos estábamos preocupando. De nuestro dinero pagamos varios smoothies de sabores y los dimos de muestra. Se acabaron y compramos frappés. Hicimos lo necesario para vender esos malditos $18,000 en mercancía. Y al final, cuando vimos el ticket de lo vendido aquel día con el $18,300 impreso sobre él no pudimos sonreír con alivio.

Aquella fue una experiencia sumamente padre. Es verte cara a cara con el cliente, es convencerlo de que no se vaya y es hacerle ver que tiene que invertir esos $50.00 en un café y una galleta. No lo sé. Me gustó mucho vender y aplicar todas las cosas que vi en el semestre. Cualquiera diría que con ese trabajo Carlos Cuevas tendría suficiente. Pero no. Aún necesitaba torturarnos un poco más.

Vino el vídeo. Un vídeo dónde debíamos de actuar ventas...¿actuar ventas? ¡Sí! Nosotros desarrollamos la historia de las Amiguis (una versión autóctona de Friends). Una amiga buena vendedora y una amiga mala vendedora. Al final las dos eran bastante mamoncillas y se ganaban el despido de sus jefes. Estuvo cagado actuar. Yo era Paco, el cliente amable que quería comprar una compu para Camilita. Tuvieron que pasar muchas escenas para que quedara la toma decente, pero no salió mal.

Y entonces llegó la última fase de mi experiencia denominada Ventas con Cuevas: El Rival Más Débil. Tan sólo imaginen esto: al azar el profesor preguntaba de manera oral las 400 slides que estudiamos en el curso (la verdad no sé cuantas eran, pero sí...¡muchas!). No sabías que te iba a preguntar así que, en pocas palabras, tenías que saberlo todo. Tu equipo estaba ahí. Jugándose la calificación final con un profesor que tiene cierto gusto por el sufrimiento y la angustia estudiantil. La dinámica se llama el Rival Más Débil ya que a cada quién le hace tres preguntas y si contestas las 3 bien, te puedes sentar. Al final quedan sólo aquellos que tienen errores. Cada quien comienza con 10 y conforme te vas equivocando se te resta un punto. Si llegas a 0 el juego termina ya que, en palabras del profesor, no se puede calificar con números negativos. La calificación es grupal y se promedian los puntos de cada integrante.

Yo pasé y, en efecto, estaba muy nervioso. Más que dudar de mis conocimientos, lo que en verdad me causaba conflicto (a mí y al resto) era el profesor. Pero logré contener mi miedo y fui el segundo de mi equipo en sentarme por tener todas mis respuestas bien. Al final no sé que pasó. No sé cómo nos fue. Yo sentí a mi equipo bien. Pero en efecto, nos equivocamos mucho. A esperar resultados :S

En fin, eso fue ventas.

Preparando muestritas en The Coffee Factory :P

Listo! Ese fue mi quinto semestre de mercadotecnia. ¿Qué tal? La verdad fui explotado intensamente con todos estos trabajos, pero, ¿saben? Ahora estoy más seguro que nunca de estar estudiando algo que en verdad me gusta. Disfruté cada uno de estos trabajos (incluyendo el de decisiones, jaja) y aprendí de cada uno de ellos (menos del de decisiones :P) Siento que cada vez hago las cosas con menos hueva. Porque me gusta y no porque es a fuerza. Eso es bueno, supongo. En fin, tengo ganas de ver con que otras materias voy a sufrir y cómo se sigue dando este proceso tan peculiar de convertirse en mercadólogo.

¡Saludos a todos!